Juan Luis Guerra y 440: una noche mágica en el Auditorio Telmex con ‘Entre Mar y Palmeras
El pasado viernes 25 de octubre, el Auditorio Telmex de Guadalajara vibró al ritmo de uno de los artistas más icónicos de la música latina, Juan Luis Guerra. Con su gira mundial “Entre Mar y Palmeras”, el legendario cantautor dominicano regresó a la ciudad tras once años de ausencia, ofreciendo una noche inolvidable para cerca de ocho mil asistentes.
La velada fue mucho más que un concierto: fue una auténtica celebración de la cultura dominicana, donde la música, el baile y la magia del Caribe se fusionaron en una experiencia única.
El escenario se llenó de vida con hipnotizantes visuales de palmeras, relojes y güiras en una pantalla gigante. Con esta atmósfera, Juan Luis Guerra hizo su aparición y arrancó el espectáculo con “Rosalía”, provocando una ovación inmediata de sus seguidores.
A partir de ahí, la energía no decayó. Con temas como “La Travesía”, “Vale la Pena”, “Como Yo” y “La Llave de mi Corazón”, el público se mantuvo de pie, cantando y bailando al ritmo de sus grandes éxitos. La conexión con el público alcanzó su punto más íntimo con la interpretación de “Ojalá Que Llueva Café”, una canción que transportó a los presentes al corazón de la República Dominicana.
El concierto continuó con un repertorio que destacó los géneros más representativos de la cultura dominicana. Los clásicos merengues como “El Niágara en Bicicleta”, “El Farolito” y “Las Avispas” hicieron que el Auditorio Telmex se convirtiera en una auténtica pista de baile.
Además, Guerra sorprendió al público con dos enérgicos popurrís. Uno de ellos estuvo dedicado a sus temas de salsa, mientras que el otro recopiló sus éxitos de bachata. Este momento no solo demostró su versatilidad como artista, sino también su capacidad para cautivar con distintos estilos musicales, siempre manteniendo su esencia única.
Tras casi dos horas de música y emociones, Juan Luis Guerra concluyó la noche con tres de las canciones más emblemáticas de su trayectoria:
- “A Pedir Su Mano”
- “Bachata Rosa”
- “La Bilirrubina”
El artista agradeció profundamente al público por su paciencia y por estar presente en una noche tan especial. Sus palabras, cargadas de humildad, resonaron con la audiencia, que respondió con aplausos y ovaciones. El acompañamiento de su inseparable banda 440 fue, como siempre, impecable. La calidad sonora, los arreglos y la química entre Guerra y los músicos se tradujeron en una experiencia sonora inolvidable. El tono característico del artista, combinado con una sonorización perfecta, reafirmó el porqué de su vigencia en la industria musical tras casi 40 años de carrera.
Fotografía Sandi Lags.