Luis Miguel deslumbra en su última presentación en Guadalajara, pero deja a su público con ganas de más
El pasado 1 de octubre, Luis Miguel, también conocido como El Sol, pisó el Estadio Jalisco para su tercera y última presentación en Guadalajara como parte de su gira 2023-2024. Ante cerca de 38 mil personas, el ícono de la música latina ofreció un concierto que, si bien cumplió con las expectativas en términos de producción y éxitos, dejó a algunos con una sensación de vacío, tanto por la corta duración del show como por la falta de interacción directa con el público.
Una leyenda en el escenario
Con una carrera que abarca más de cuatro décadas, Luis Miguel ha sabido reinventarse una y otra vez. Desde que lanzó su primer álbum a los 11 años, el cantante ha recorrido diversos géneros, desde el pop hasta las baladas románticas y el bolero. A sus 54 años, sigue siendo una de las figuras más relevantes en la música latina, y su capacidad de llenar estadios como el Estadio Jalisco es prueba de ello.
El espectáculo inició puntual a las 9 de la noche. Con una imponente escenografía inspirada en los grandes shows de Las Vegas, el escenario contaba con varios niveles, pantallas gigantes y luces de neón que enmarcaban a la banda, coristas y la sección de metales. El ambiente era perfecto para una noche que prometía ser inolvidable. Luis Miguel, siempre elegante, apareció con un traje negro que combinaba con su aura de estrella internacional. Desde el primer momento, el público no dejó de aplaudir, gritar y cantar junto a él.
Una voz opacada por la música
Sin embargo, a pesar del entusiasmo inicial, algo se sintió fuera de lugar. La potente voz que caracteriza a Luis Miguel, famosa por sus impresionantes rangos vocales, no se escuchaba con la claridad que el público esperaba. En varios momentos, los coros y el volumen de la música sobrepasaban su voz, haciendo que las letras de sus canciones se perdieran entre los sonidos de la banda y los gritos del público. Aunque los asistentes, fieles seguidores de toda la vida, cantaron cada éxito con pasión, la falta de protagonismo vocal de Luis Miguel dejó a muchos preguntándose qué había pasado.
Un recorrido por los grandes éxitos
El repertorio de la noche fue una mezcla de las diferentes etapas de su carrera. Canciones de sus primeros años como estrella juvenil resonaron con fuerza, pero las baladas clásicas fueron las que generaron mayor emoción. Temas como «No sé tú», «La incondicional» y «Hasta que me olvides» provocaron ovaciones y cantos colectivos que crearon momentos inolvidables.
A mitad del show, Luis Miguel sorprendió con dos duetos virtuales: uno con Michael Jackson en la clásica balada «Smile» y otro con Frank Sinatra en «Come Fly with Me». A pesar de lo impresionante de estos homenajes, la falta de comentarios o anécdotas por parte de Luis Miguel restó un poco de magia a lo que podría haber sido una experiencia más emotiva y personal.
El momento del mariachi
Una de las partes más vibrantes del concierto fue la aparición de una banda de mariachis, que inyectó nueva energía a la presentación. Con temas como «La Fiesta del Mariachi» y «La Bikina», Luis Miguel logró conectar con sus raíces mexicanas y llevar el espectáculo a otro nivel. Vestido más casual, con una camisa y pantalones negros, el cantante mostró una faceta más relajada y cercana, aunque sin pronunciar una sola palabra.
El clímax de la noche llegó con la interpretación de «La Media Vuelta», un clásico de José Alfredo Jiménez que Luis Miguel hizo suyo en los años 90. La ovación fue ensordecedora y la conexión entre el público y el cantante alcanzó su punto más alto.
Un final que dejó a muchos con ganas de más
El concierto culminó con un popurrí de sus primeros éxitos, aquellos que marcaron el inicio de su carrera y que siguen siendo un tesoro para sus fans. Sin embargo, al finalizar, algo inesperado sucedió: Luis Miguel se retiró del escenario sin ofrecer un bis, y lo más sorprendente fue que durante todo el show no dijo ni una palabra al público. A pesar de los gritos de «¡Otra! ¡Otra!», las luces se encendieron y la noche llegó a su fin.
Un espectáculo memorable pero con momentos perdidos
Aunque el concierto de Luis Miguel en Guadalajara estuvo lleno de momentos inolvidables y una producción a la altura de su legado, la falta de interacción con el público y algunos problemas técnicos con el sonido hicieron que muchos se quedaran con ganas de un poco más. No obstante, El Sol sigue brillando como uno de los artistas más importantes de la música latina, y su capacidad de llenar estadios es testimonio de su relevancia en el panorama musical.