AC/DC, una muestra de lo que es el Rock and Roll
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El concierto de AC/DC en el Rose Bowl el 18 de abril de 2025 fue una clase magistral de poder roquero que perdura a lo largo del tiempo, atrayendo a una audiencia diversa que abarcaba varias generaciones. Brian Johnson, de 77 años, y Angus Young, de 70, lideraron a la banda icónica en una actuación llena de energía con sus grandes éxitos. El público, adornado con diademas de cuernos de diablo rojos, mostró lo atemporal que sigue siendo la música de AC/DC, con canciones clásicas como «Back in Black», «Thunderstruck» y «Highway to Hell» llenando el estadio en Pasadena, California.
El show comenzó con «If You Want Blood (You’ve Got It)» de su álbum de 1978, y AC/DC presentó una mezcla de viejos clásicos y algunas canciones de su último disco Power Up 2020. Johnson, a pesar de sus problemas auditivos, mostró su característica energía, interactuando con la audiencia con su inconfundible carisma. La lista de canciones incluyó temas que se han vuelto sinónimos del legado de la banda, con la sección rítmica marcando el tono de la energía contagiante.
La segunda mitad del concierto fue aún más fuerte, con la actuación de Johnson mejorando visiblemente a medida que avanzaba el show. La consistencia de la banda y su capacidad para conectar con su público, tanto el más veterano como el más joven, fueron evidentes durante toda la actuación, ya que siguieron ofreciendo los himnos de rock que han definido su carrera.
Aunque la banda ha enfrentado numerosos cambios, como la trágica muerte del cantante original Bon Scott en 1980 y problemas de salud de Johnson, su resistencia sigue siendo inquebrantable. Con nuevos miembros y una base de seguidores leales, el éxito continuo de AC/DC radica en su negativa a alejarse de la fórmula que los hizo legendarios.
La lista de invitados al concierto incluyó a Axl Rose y Slash de Guns N’ Roses, una muestra de la influencia cruzada entre generaciones de estos titanes del rock. Como siempre, AC/DC ofreció una experiencia ruidosa y eufórica para su público, recordando a todos por qué siguen siendo una de las bandas de rock más grandes de todos los tiempos. El acto de apertura, The Pretty Reckless, liderado por Taylor Momsen, proporcionó un excelente calentamiento con su poderosa presencia en el escenario y su voz imponente.
Al final, el concierto de AC/DC fue un testamento a su legado: el rock ‘n’ roll en su forma más pura, una celebración de los himnos de la clase trabajadora que seguirán resonando por muchos años. Ya seas un fanático de toda la vida o un recién llegado, está claro: AC/DC está aquí para quedarse.
