Garbage operó como una verdadera unidad en Guadalajara

0 0
Read Time:1 Minute, 54 Second

Aunque el arranque fue con una actitud retadora, el ambiente se impregnó rápidamente de una energía combativa y festiva. Shirley Manson se movía con soltura entre sus compañeros de banda, todos vestidos de negro, proyectando la seguridad que solo brindan más de treinta años de trayectoria en los escenarios. Desde los primeros acordes de la poderosa “Queer”, Manson demostró una presencia firme, ataviada con un vestido de tafetán negro y leggings verde neón, generando un contraste llamativo con la atmósfera sombría de la noche del 4 de abril en el Teatro Estudio Cavaret. Luego de una ausencia de ocho años y casi una década desde su última presentación en solitario, el recinto recibió a más de 2,500 personas deseosas de ver a Garbage en acción.

A pesar de que Shirley Manson sigue siendo el foco magnético y dominante del grupo, sus compañeros, Butch Vig, los guitarristas, Duke Erikson y Steve Marker, junto con la bajista invitada Nicole Fiorentino, mantuvieron una presencia fuerte que nunca se sintió secundaria. Garbage operó como una verdadera unidad, una banda con química visible en cada interacción, desde miradas cargadas de intención hasta gestos físicos de camaradería.

En uno de los momentos más emotivos de la noche, Manson se dejó llevar por el agradecimiento hacia el público mexicano, recordando con cariño la forma en que el país ha abrazado a Garbage a lo largo del tiempo. Compartió, además, una divertida anécdota sobre su visita al pueblo de Tequila, donde ella y la banda pudieron disfrutar de la emblemática bebida.

Durante interpretaciones de himnos noventeros como “I Think I’m Paranoid” y “Special”, Manson arrastró el micrófono por el escenario con descaro, acercándose a los asistentes con una actitud feroz y retadora. El montaje escénico, con un diseño de luces robóticas bien logrado, ofreció el acompañamiento visual ideal para el estilo sonoro de Garbage: sobrio, elegante, crudo y cargado de intensidad punk. Temas como “Push It”, así como cortes más recientes como “Godhead” y la icónica “Stupid Girl”, recordaron por momentos el poder industrial de Nine Inch Nails, con una fusión precisa entre bases electrónicas y la percusión enérgica de Vig. Incluso el momento más pop de la noche, el querido clásico “Cherry Lips (Go Baby Go!)”, sonó renovado: más potente, más vibrante, y con una fuerza contagiosa.

Happy
Happy
0 %
Sad
Sad
0 %
Excited
Excited
0 %
Sleepy
Sleepy
0 %
Angry
Angry
0 %
Surprise
Surprise
0 %

Average Rating

5 Star
0%
4 Star
0%
3 Star
0%
2 Star
0%
1 Star
0%

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *