St. Vincent desata su fuego creativo en Guadalajara con su “All Born Screaming Tour”
Bajo el cielo cálido de un lunes tapatío, el C4 Concert House se transformó en el epicentro de una experiencia única. La expectativa flotaba en el aire mientras cientos de fans aguardaban el inicio de una noche que prometía intensidad emocional y vanguardia sonora. La banda tapatía Descartes a Kant fue la encargada de abrir la velada, sumergiendo al público en un universo alternativo de atmósferas hipnóticas y estructuras experimentales.
Envuelta en una nube de humo gris, St. Vincent emergió sobre el escenario provocando un estruendoso recibimiento. Con su emblemática guitarra en mano y un atuendo negro que acentuaba su estilo robótico y teatral, Annie Clark se apoderó del escenario desde la primera nota de “Reckless”. La artista ofreció un espectáculo cargado de magnetismo, virtuosismo instrumental y una estética oscura que atrapó a los 1800 asistentes en una especie de ritual sonoro.
El setlist fue una mezcla poderosa de temas recientes y clásicos reinventados. Canciones como “Big Time Nothing” y la envolvente “All Born Screaming” elevaron la energía del lugar, mientras que la presencia de joyas como “Pay Your Way In Pain” y “Candy Darling” crearon un puente perfecto con álbumes pasados. La selección musical reflejó una narrativa coherente con el estilo apocalíptico del nuevo álbum, guiando a los presentes por un viaje emocional de principio a fin.
Más allá de su impresionante técnica, Clark conquistó por su cercanía emocional. Con miradas directas, gestos medidos y momentos de inmersión literal entre la multitud, logró una conexión genuina con su audiencia. Su puesta en escena, calculadamente robótica y llena de fuerza física, incluyó desde movimientos coreografiados hasta inmersiones entre el público, amplificando el impacto emocional de su música.
Uno de los aspectos más destacados del concierto fue el uso de instrumentos diseñados a medida y efectos tecnológicos en tiempo real. Con guitarras de diseño geométrico, afinaciones poco convencionales y pedales complejos, St. Vincent expandió los límites del sonido tradicional. Un momento sobresaliente fue cuando manipuló su voz con un procesador bucal, generando efectos etéreos que complementaron la teatralidad del show.
Hacia el cierre, los temas “Sugarboy” y “All Born Screaming” desataron la euforia colectiva. El diseño de luces, con destellos en tonos rojos y blancos, potenció la atmósfera electrizante que se vivía. Cada acorde y cada golpe de batería fue parte de una construcción sonora envolvente, que culminó en un final apoteósico y emocionalmente catártico.
Con una mezcla inigualable de música, teatralidad, tecnología y profundidad emocional, St. Vincent transformó su única fecha en México en un espectáculo multisensorial inolvidable. El “All Born Screaming Tour” no solo es una gira, sino una declaración artística que reafirma a Annie Clark como una de las figuras más innovadoras del rock contemporáneo.